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97. Baleares sin himno

Última Hora, 16 de enero de 2009

A diferencia de otras comunidades, Baleares carece de himno propio. Cada isla tiene el suyo tradicional, más o menos oficial (y casi desconocidos entre islas), pero no hay ninguno que sea común. De poco vale oficializar composiciones creadas para tal uso, porque con frecuencia su calado es nulo. Así ha pasado en otras comunidades autónomas, donde se han encargado y oficializado obras que casi nadie aprecia, mientras otras piezas con mayor raigambre han sido descartadas.

Para que una pieza musical llegue a la categoría de himno hay que tener en cuenta tres variables. Primero su temática o título, que aluda de alguna manera al archipiélago. En segundo lugar la vinculación del autor a las islas. Pero sobretodo un calado popular que haya perdurado durante largo tiempo (léase décadas) y un gancho emotivo que la haga fácilmente asumible por quienes la desconozcan -aunque la perdurabilidad ya lleva implícitamente incluida una especial emotividad.

Creo que en Baleares dos obras cumplen estos puntos. Una es el preludio de la zarzuela "El Anillo de Hierro" (1878) del palmesano Miquel Marqués (1843-1918). La obra se sitúa en las costas de Noruega en el siglo XVIII, y el preludio posee un carácter descriptivo del mundo del mar muy universal y evocador que el público balear ha hecho suyo desde hace décadas. Otra obra es la barcarola "Mallorca" (1891), de Isaac Albéniz (1860-1909). La pieza nació durante uno de los viajes de Albéniz hacia la isla, y parece describir su serena placidez.

Difícil elección. Una evoca el mar, otra la tierra. La primera contemplativa, la segunda más sentimental. Ambas de intensidad hipnótica, populares en los ambientes musicales y entre el gran público desde hace mas de un siglo, y a ratos hacen contener el aliento. Con los correspondientes arreglos, una de ellas puede tener ese rango y vencer la insularidad que a veces separa más que une. Un himno no nace artificialmente por decreto; lo hacen la tradición y la memoria. Que las instituciones no yerren ignorándolo.