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67. De Calvet a Calvo. Palma con cabeza y cordura

Diario de Mallorca, 21 de mayo de 2008

Hace pocos días, la alcaldesa de Palma Aina Calvo presentó "Palma abierta al futuro", el modelo de ciudad para la reforma urbana de los próximos años. Su planificación aplica dos conceptos muy básicos, pero indispensables: una visión global de ciudad y sentido común, algo que no ha sido habitual. Recordemos el proyecto de playas artificiales de barrio (tan útil como hacer estaciones de esquí en Estocolmo), o una segunda línea de metro que hubiese convertido Palma en un "Aquacity" subterráneo.

El proyecto reestructura la red viaria y diseña grandes zonas verdes. Los viales existentes del ensanche radial de Bernat Calvet (1897) se disocian en ejes de tráfico rodado y ejes peatonales o cívicos, dispuestos alternativamente en la trama urbana. Hasta ahora, las grandes vías urbanas estaban destinadas al tráfico sin que esto acabara con el problema circulatorio a pesar de las obras de los últimos años. El tranvía es una idea esperanzadora, y su trazado reduciría el tráfico rodado si se aplica con acierto.

Los parques lineales de Sa Riera y de Jacint Verdaguer, al noroeste y nordeste de la ciudad, conforman una simetría de espacios verdes. Los dos grandes pulmones verdes a cada lado de Palma son una idea excelente: grandes ciudades como Madrid o Barcelona carecen de ellos (París, con sus bosques de Boulogne y Vincennes, sí los tiene). Aun así, faltan temas por resolver: acabar de ensanchar grandes vías de circulación como Aragón o Manacor, antes de acometer otras obras para evitar el caos de tráfico. O diseñar un plan de protección de "células barriales", que evite que barriadas típicas de casitas bajas sean desfiguradas por nuevas construcciones.